Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.
Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse… Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar… Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse le vieron llorar. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Golpe a golpe, verso a verso…
Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Golpe a golpe, verso a verso.
El Día de los Muertos es una de las festividades más emblemáticas de México, que celebra la vida y la memoria de los seres queridos que han fallecido. Una figura fundamental en la popularización y representación de esta festividad es José Guadalupe Posada, un talentoso ilustrador y grabador del siglo XIX, y su icónica creación, La Catrina (en su origen llamada Catrina Garbancera). Estos dos elementos, Posada y La Catrina, han llegado a simbolizar el espíritu y la esencia misma del Día de los Muertos en México.
Las Raíces Prehispánicas del Día de los Muertos
El Día de los Muertos, o Día de Muertos, tiene sus raíces en las antiguas culturas indígenas de México, en particular, los aztecas y los mayas. Estas civilizaciones celebraban festivales para honrar a los muertos y a los ancestros, a menudo vinculados a la recolección de maíz y otros cultivos. Uno de los rituales más conocidos es el festival azteca Miccailhuitontli, que duraba un mes y honraba a los difuntos.
Los aztecas creían que la muerte era una continuación de la vida y que los espíritus de los fallecidos regresaban para visitar a sus seres queridos. Durante la época prehispánica, las tumbas se decoraban con ofrendas de alimentos, flores (principalmente cempasúchil) y objetos personales. Esta conexión entre los vivos y los muertos es una característica fundamental del Día de los Muertos.
José Guadalupe Posada: El Forjador de la Imagen
José Guadalupe Posada, nacido en 1852 en Aguascalientes, México, es una figura clave en la transición de esta festividad ancestral a su forma contemporánea. Posada fue un artista talentoso que se destacó en la ilustración y la impresión, y es ampliamente conocido por su contribución a la cultura mexicana a través de su representación de calaveras y esqueletos.
A lo largo de su carrera, Posada creó numerosas imágenes de calaveras satíricas que criticaban a la sociedad y la política de su tiempo. En 1910, produjo su obra maestra, La Catrina. Esta elegante figura esquelética vestida con ropa de la alta sociedad se convirtió en un ícono de la burla hacia la pretensión social. Si bien La Catrina inicialmente representaba una crítica a la élite mexicana, con el tiempo, adquirió un significado más profundo y se convirtió en un símbolo de la conexión entre la vida y la muerte.
La Catrina y el Día de los Muertos Contemporáneo
José Guadalupe Posada y su creación, La Catrina, desempeñan un papel significativo en el Día de los Muertos contemporáneo. Las imágenes de La Catrina se han incorporado a las festividades en forma de calacas y calaveras de azúcar, elementos esenciales en las ofrendas. La Catrina, con su elegante vestimenta, actúa como un recordatorio de la igualdad en la muerte y la importancia de honrar a nuestros seres queridos fallecidos.
El Día de los Muertos, en su forma actual, conserva elementos de las festividades prehispánicas, como la construcción de ofrendas, la visita a tumbas y la creencia en la conexión entre los vivos y los muertos. José Guadalupe Posada y La Catrina ayudan a mantener viva esta tradición al agregar una capa de creatividad y expresión artística.
José Guadalupe Posada y La Catrina sirven como un puente entre las raíces prehispánicas del Día de los Muertos y su expresión contemporánea. A través de su arte, han contribuido a mantener viva esta festividad única que celebra la vida y la memoria de los seres queridos que han fallecido. La Catrina, en particular, ha pasado de ser una sátira social a un símbolo de la conexión entre los vivos y los muertos, encapsulando la esencia misma de esta celebración que es tan querida en México y en todo el mundo.
El cómic RanXerox es una obra innovadora que ha dejado una marca indeleble en la historia del cómic y ha influido significativamente en el género del ciberpunk. Creado por el guionista Stefano Tamburini e ilustrado primero por el dibujante Andrea Pazienza y después por Tanino Liberatore, RanXerox se destaca por su enfoque audaz, su estética distópica y su exploración de temas relacionados con la tecnología y la evolución humana.
RanXerox: Orígenes y Creación
RanXerox, una serie de cómics publicada por primera vez en la revista «Cannibale» en la década de 1980, es el producto de la colaboración entre el guionista Stefano Tamburini y los dibujantes Andrea Pazienza y Tanino Liberatore. El cómic narra la historia de RanXerox, un androide gigante compuesto por partes de máquinas y una diminuta pero carismática ciborg llamada Lubna.
Stefano Tamburini, guionista de la serie, fue un escritor italiano conocido por su trabajo en la revista «Frigidaire» y su enfoque audaz y provocativo. Andrea Pazienza y Tanino Liberatore, por otro lado, eran talentosos ilustradores que aportaron sus habilidades artísticas al proyecto. La colaboración de estos tres talentos dio lugar a un cómic que desafiaba las normas establecidas del género y exploraba nuevas direcciones artísticas y narrativas.
Estilo y Estética de RanXerox
Una de las características más notables de RanXerox es su estética visual única y su estilo crudo. Tanino Liberatore y Andrea Pazienza aportaron un realismo crudo a la serie, llenándola de detalles y caracterizando a los personajes con una sensación de decadencia. Las viñetas están cargadas de imágenes impactantes, que oscilan entre lo grotesco y lo sublime.
La trama del cómic, ambientada en un futuro distópico, refleja un mundo lleno de violencia, decadencia y deshumanización. La sociedad retratada en RanXerox es un lugar peligroso y oscuro, donde la tecnología se ha vuelto omnipresente y ha modificado profundamente la vida humana. Este enfoque en la fusión de la tecnología y la humanidad es una de las características clave que vinculan RanXerox con el género ciberpunk.
Influencia en el Ciberpunk
RanXerox ha tenido una influencia significativa en el género ciberpunk. El cómic se publicó en una época en la que el ciberpunk estaba tomando forma, con obras literarias como «Neuromante» de William Gibson y películas como «Blade Runner» de 1982 que fue adaptada libremente por Ridley Scott basada en la novela corta de ciencia ficción del subgénero ciberpunk del autor Philip K. Dick: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? publicada inicialmente en 1968. La estética y la temática de RanXerox, con su exploración de la fusión entre humanos y tecnología, la decadencia urbana y la violencia, resuenan con los elementos fundamentales del ciberpunk.
El ciberpunk se caracteriza por su enfoque en la tecnología, la distopía y la lucha contra la autoridad, y RanXerox aborda estos temas de manera impactante. La historia de Lubna y RanXerox, una joven ciborg y su compañero androide, encarna la relación entre humanos y máquinas de manera cruda y provocativa, cuestionando la definición misma de humanidad.
RanXerox, es un cómic que ha dejado una huella profunda en la historia del cómic y ha influido significativamente en el género ciberpunk. Su enfoque audaz, su estética distópica y su exploración de temas relacionados con la tecnología y la evolución humana son elementos clave que lo vinculan con el ciberpunk. A través de su estilo visual crudo y su trama impactante, RanXerox aborda cuestiones que siguen siendo relevantes en la actualidad en el contexto de la relación entre humanos y tecnología. Esta obra sigue siendo un hito en el mundo del cómic y una fuente de inspiración para artistas y escritores interesados en el ciberpunk y la exploración de los límites de la humanidad en la era digital.
La creencia de que una persona puede pertenecer a otra es una idea arraigada en la sociedad y en las relaciones de pareja y familia. Esta creencia puede tener raíces profundas en motivaciones psicológicas, socioeconómicas y educativas. Sin embargo, es fundamental comprender que esa creencia puede desencadenar consecuencias de violencia extrema en los senos familiares y de pareja.
Motivaciones psicológicas
• Inseguridad emocional:
Las personas que tienen una baja autoestima o que han experimentado traumas pueden sentir la necesidad de controlar y poser a sus parejas o familiares como una forma de mitigar su propia inseguridad.
• Dependencia emocional:
La dependencia emocional puede llevar a una creencia de que la pareja o el familiar es la única fuente de felicidad y satisfacción. Esto puede fomentar la idea de propiedad sobre esa persona.
• Trastornos de personalidad:
Algunas personas con trastornos de personalidad, como el trastorno límite de la personalidad, pueden luchar con la regulación de las emociones y mantener relaciones saludables, lo que puede dar lugar a patrones de posesión y control.
Motivaciones socioeconómicas
• Control de recursos económicos:
Estas relaciones en las que una persona controla significativamente los recursos económicos, puede surgir la creencia de propiedad sobre la pareja o la familia. Quienes controlan los recursos pueden sentir derecho a imponer su voluntad.
• Normas culturales y tradicionales:
En algunas culturas, las normas tradicionales de género pueden fomentar la creencia de que las mujeres son propiedad de los hombres. Estas normas pueden perpetuar la violencia en las relaciones.
Motivaciones de educación
• Falta de educación en relaciones saludables:
La falta de educación sobre relaciones saludables y la resolución de conflictos puede llevar a la creencia de que el control y la posesión son normales en las relaciones.
• Exposición a modelos de relaciones tóxicas:
Si una persona ha sido testigo de relaciones tóxicas o violentas en su entorno familiar o social, es más probable que internalice estas dinámicas y las considere normales.
Consecuencias de la violencia extrema
La creencia de propiedad en las relaciones puede dar lugar a diversas formas de violencia extrema, que incluyen:
• Violencia física:
El agresor puede recurrir a la violencia física para afirmar su control y poder sobre la víctima.
• Violencia psicológica:
La víctima puede ser sometida a manipulación, amenazas, control emocional y aislamiento.
• Violencia sexual:
La creencia de propiedad puede dar lugar a la violación y la coerción sexual en las relaciones.
• Violencia económica:
El agresor puede controlar los recursos económicos y la independencia financiera de la víctima.
• Violencia simbólica:
Las personas pueden ser denigradas, deshumanizadas y tratadas como objetos por parte del agresor.
La creencia de que una persona puede pertenecer a otra puede surgir de diversas motivaciones psicológicas, socioeconómicas y de educación. Sin embargo, estas creencias pueden llevar a consecuencias devastadoras, que van desde la violencia física y psicológica hasta la privación de la libertad y la dignidad de la víctima. Es esencial abogar por la educación en relaciones saludables, fomentar la igualdad de género y promover el respeto mutuo como estrategias para abordar y prevenir la violencia extrema en los senos familiares y de pareja. La comprensión de las raíces de estas creencias es un paso crucial en la lucha contra la violencia de género y la violencia doméstica.
Estos conceptos, que provienen de la psicología y la filosofía, representan dos fuerzas fundamentales en la experiencia humana, una relacionada con el amor y el impulso de la vida, y la otra relacionada con la muerte y la destrucción.
Eros: El impulso de Vida
Eros es una noción que se originó en la mitología griega, representando al dios del amor y el deseo. En el contexto de la psicología, el término fue popularizado por Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, para describir el impulso fundamental de vida que motiva a las personas hacia la autoafirmación y la reproducción. Eros se asocia con el amor, la atracción sexual y la búsqueda de la felicidad y el placer.
El concepto de Eros implica que los seres humanos están motivados por el deseo de conectarse con otros, de buscar relaciones íntimas y de experimentar la satisfacción y el placer de diversas formas. Está relacionado con la búsqueda de la felicidad, el amor romántico y la creatividad. En la teoría freudiana, Eros se opone a Tanatos, que representa la pulsión de muerte.
Tanatos: La pulsión de Muerte
Tanatos, en contraste con Eros, representa la pulsión de muerte o impulso destructivo. Sigmund Freud desarrolló esta idea en su trabajo, sugiriendo que los seres humanos también albergan un impulso innato hacia la autodestrucción y la destrucción de otros. Este concepto es más abstracto que Eros y se relaciona con la agresión, la violencia y la autodestructividad.
Tanatos no implica necesariamente un deseo consciente de morir o de herir a otros, sino que se refiere a la presencia de una fuerza destructiva que puede manifestarse en formas más sutiles, como la agresión reprimida o la impulsividad. Se argumenta que la civilización y la cultura son formas en que la sociedad canaliza y controla la pulsión de muerte, estableciendo normas y restricciones para prevenir, a priori, el caos y la destrucción.
La civilización y la cultura, a través de sus normas y valores, juegan un papel importante en la gestión de estas fuerzas. La represión excesiva de Eros o el descontrol de Tanatos pueden llevar a problemas psicológicos. La terapia psicoanalítica, en particular, busca ayudar a las personas a comprender y equilibrar estas pulsiones internas para lograr una vida más saludable y satisfactoria. Eros y Tanatos son conceptos fundamentales en la psicología freudiana que representan las dos fuerzas opuestas en la experiencia humana: el impulso de vida y el impulso de muerte. Estas fuerzas influyen en nuestra motivación, emociones y comportamiento, y su interacción es fundamental para comprender la psicología humana. A través de la autoconciencia y el equilibrio de estas pulsiones, las personas pueden buscar una vida más plena y satisfactoria. Estos conceptos son la evidencia de cuan rica y compleja es la psicología humana, y recuerdan que la comprensión de nuestras motivaciones internas es crucial para el crecimiento personal y el bienestar
A pesar de vivir en la misma área geográfica, las personas y las unidades familiares experimentan realidades socioeconómicas, familiares y vitales que pueden ser radicalmente diferentes. Esta divergencia de realidades a menudo dificulta la creación de una percepción de la realidad compartida y plantea el desafío de encontrar puntos en común.
Es innegable que vivimos en un mundo caracterizado por la diversidad en todas sus formas. La diversidad económica, la diversidad familiar, la diversidad cultural y la diversidad en valores y aspiraciones son solo algunas de las muchas facetas que contribuyen a la construcción de realidades individuales. Por lo tanto, no es sorprendente que dos vecinos que vive uno al lado de otro puedan experimentar el mundo de manera completamente diferente. Esto se debe a una serie de factores que influyen en nuestras vidas desde el momento en que nacemos, como la situación económica de nuestras familias, nuestra educación, nuestras creencias culturales y religiosas, y nuestras experiencias personales.
En lo que respecta a la realidad socioeconómica, los vecinos pueden encontrarse en extremos opuestos del espectro. Mientras uno puede gozar de una vida de comodidades y prosperidad económica, el vecino de al lado puede luchar diariamente para cubrir las necesidades básicas de su familia. Estas disparidades económicas afectan no solo la calidad de vida, sino también la percepción de la realidad. Las preocupaciones, los desafíos y las prioridades difieren ampliamente entre aquellos que viven en la opulencia y aquellos que experimentan la escasez.
En el ámbito familiar, la diversidad es igualmente evidente. Las unidades familiares pueden variar desde hogares con relaciones sólidas y apoyo mutuo hasta situaciones de conflicto y tensión constante. Los antecedentes familiares, las dinámicas y las experiencias pasadas influyen en la forma en que las personas perciben la vida y las relaciones, y esto puede ser motivo de desacuerdo o falta de comprensión entre vecinos.
La diversidad cultural y de valores también desempeña un papel fundamental en la percepción de la realidad. En un vecindario multicultural, es común que las personas tengan creencias, tradiciones y valores muy diferentes. Esto puede llevar a diferentes perspectivas sobre temas fundamentales, como la moral, la religión, la política y la justicia. Las diferencias culturales pueden, a veces, llevar a malentendidos y desacuerdos.
Entonces, ¿qué motiva a las personas a encontrar puntos en común a pesar de estas diferencias aparentemente insuperables? La respuesta radica en nuestra capacidad para la empatía, el diálogo y la búsqueda de objetivos compartidos. A pesar de las disparidades, las personas tienen un deseo fundamental de comprenderse mutuamente y vivir en una sociedad armoniosa. Si se deja aparte el cinismo, el derrotismo y el fatalismo, para lograrlo, es esencial:
• La empatía:
La capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus perspectivas y experiencias es crucial para construir puentes entre vecinos con realidades diferentes. La empatía fomenta la comprensión y la tolerancia.
• El diálogo abierto y respetuoso:
El diálogo constructivo es esencial para encontrar puntos en común. A través de conversaciones abiertas y respetuosas, las personas pueden explorar diferencias y similitudes, y trabajar juntas para resolver problemas y tomar decisiones compartidas.
• Objetivos comunes:
A pesar de las diferencias, la mayoría de las personas comparten objetivos comunes, como la seguridad, el bienestar y la felicidad. Identificar y trabajar hacia estos objetivos compartidos puede ayudar a unir a vecinos en realidades divergentes.
• Educación y conciencia:
Promover la educación y la conciencia sobre las diferentes realidades que existen en una comunidad puede ayudar a superar estereotipos y prejuicios. Esto puede abrir la puerta a una mayor comprensión y colaboración.
La idea de que “mi vecino vive en otro planeta” destaca la complejidad de la vida en sociedad. A pesar de las diferencias significativas en las experiencias de las personas, la empatía, el diálogo y la identificación de objetivos comunes pueden servir como puentes para unir a vecinos que, a primera vista, pueden parecer ajenos entre sí. Comprender y respetar las diversas realidades individuales en una comunidad es fundamental para forjar una percepción compartida de la realidad y promover la armonía social. Por supuesto, siempre y cuando esta sea la intención. Si no, aplica el dicho: «Cada cual en su casa y Dios en la de todos.»
El Metamodernismo es un concepto filosófico y cultural que se ha desarrollado en las últimas décadas como una respuesta a la Posmodernidad. Aunque no existe una definición única y definitiva del Metamodernismo, se puede entender como un intento de superar algunas de las limitaciones percibidas de la posmodernidad y reconciliar aspectos de la modernidad y la Posmodernidad en un nuevo marco. En lugar de rechazar por completo estas épocas, busca fusionar elementos de ambas. Esto implica una apreciación por la innovación y la deconstrucción posmoderna, junto con un deseo de construir narrativas significativas y buscar utopías personales y colectivas.
El Metamodernismo nos desafía a tejer nuestras propias narrativas en un mundo cada vez más diverso y complejo. A medida que enfrentamos incertidumbres y dilemas, las historias que creamos nos ayudan a dar sentido a nuestras experiencias. A través de la narrativa, exploramos nuestras propias identidades y buscamos un propósito en medio de la paradoja.
Aquí algunas características y conceptos clave asociados con el Metamodernismo:
• Oscilación:
El Metamodernismo se caracteriza por una oscilación entre diferentes enfoques, actitudes y valores. Los Metamodernistas tienden a abrazar la ambigüedad y la contradicción, reconociendo que la realidad es compleja y multidimensional.
• Ironía y sinceridad:
A diferencia de la Posmodernidad, que a menudo se enfoca en la ironía y el escepticismo, el Metamodernismo abraza tanto la ironía como la sinceridad. Los Metamodernistas pueden emplear la ironía para explorar temas complejos, pero también se permiten momentos de autenticidad y compromiso sincero.
• Narrativa y utopía:
El Metamodernismo a menudo se centra en la construcción de narrativas y la búsqueda de utopía, a pesar de reconocer la falta de un relato maestro universal. Los Metamodernistas buscan crear significado a través de historias personales y colectivas, incluso si esas historias son provisionales y cambiantes.
• Optimismo reflexivo:
Aunque el Metamodernismo reconoce las incertidumbres y desafíos de la vida moderna, también promueve un optimismo reflexivo. Los Metamodernistas creen en la posibilidad de un cambio positivo y la construcción de un mundo mejor, pero con una comprensión de que no hay soluciones simples o definitivas.
• Eclecticismo cultural:
El Metamodernismo abraza la diversidad cultural y la intertextualidad, incorporando elementos de diversas tradiciones culturales y filosóficas en su enfoque. Esto a menudo se refleja en la mezcla de estilos y géneros en el arte y la cultura Metamodernista.
Es importante destacar que el Metamodernismo es un concepto en evolución y ha sido discutido y definido de diversas maneras por diferentes pensadores y artistas. No existe una única teoría o definición universalmente aceptada, y su interpretación puede variar según el contexto y la disciplina en la que se aplique.
Antecedentes filosóficos: Breves apuntes
Modernidad: En busca de la Razón y el Progreso
La Modernidad, que comenzó en el siglo XVII y se extendió hasta el siglo XIX, fuen una época marcada por la confianza en la razón y la búsqueda del progreso. Durante esta era, la ciencia, la tecnología y el pensamiento lógico se elevaron a nuevos niveles. Los pensadores como René Descartes y John Locke promovieron la idea de que la razón podía desentrañar los misterios del mundo.
Uno de los aspectos clave de la Modernidad fue la creencia en una verdad universal y la búsqueda de un conocimiento objetivo. La ciencia y la filosofía modernas buscaban respuestas definitivas, y la fe en el progreso humano era la norma. El movimiento ilustrado es un ejemplo destacado de este período, con su énfasis en la educación y el pensamiento crítico.
Posmodernidad: Desafiando las grandes narrativas
A medida que avanzábamos hacia el siglo XX, surgieron nuevas perspectivas en la filosofía y la cultura. La Posmodernidad, que se desarrolló a lo largo del siglo XX, cuestionó muchas de las creencias de la Modernidad. Uno de los temas clave de esta era fue el escepticismo hacia las llamadas “grandes narrativas”. En otras palabras, la Posmodernidad nos hizo dudar de la existencia de una única verdad universal.
La ironía y la ambigüedad se convirtieron en características centrales de la Posmodernidad. El pensamiento posmoderno se basaba en la idea de que nuestras creencias y valores están moldeados por nuestra cultura y contexto, y no hay una verdad absoluta. Esto llevó a una explosión de la diversidad en el arte, la literatura y la cultura, donde no existía una manera “correcta” de expresarse.
Cada una de estas eras filosóficas, Modernidad, Posmodernidad y Metamodernidad ha dejado una huella en nuestra cultura y en la forma en que nos relacionamos con el mundo. Comprender estas perspectivas puede ayudarnos a apreciar la complejidad de la vida moderna y a navegar por las olas de la ambigüedad con optimismo reflexivo.
En última instancia, lo que todas estas eras comparten es un deseo de explorar, cuestionar y evolucionar. A medida que el viaje filosófico continua, es importante recordar que las perspectivas del pensamiento humano siempre están en constante cambio, y eso es que la filosofía sea tan fascinante.
Enclavados en las áridas tierras del oeste de México, el pueblo huichol, también conocido como wixárikas, florece como un tesoro cultural en constante diálogo con sus raíces ancestrales. Su rica tradición artística, profundas creencias espirituales y su estilo de vida comunitario son puntos de interés tanto para antropólogos como para amantes del arte y la espiritualidad.
Los Huicholes han habitado la región montañosa de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas durante siglos. Su sociedad se caracteriza por una estructura comunitaria y una profunda conexión con la tierra. La religión juega un papel central en sus vidas, y su creencia en la “Madre Tierra” y el “Padre Sol” se manifiesta en la devoción al peyote, una planta sagrada que consideran un puente hacia lo divino.
El Peyote: Portal a lo Sagrado
La ceremonia del peyote es uno de los pilares de la espiritualidad huichol. A través de esta ceremonia, buscan obtener visiones que les guíen en su vida cotidiana y les conecten con sus antepasados. El peyote, una pequeña cactácea, se considera una manifestación del dios “Tatewari”, y su consumo se lleva a cabo con gran reverencia y cuidado. Los Huicholes creen que esta planta es la fuente de la vida y la sabiduría espiritual.
Arte Huichol: Un viaje espiritual en color
El arte huichol es una manifestación visual de su profunda espiritualidad. Los huicholes utilizan cuentas de vibrantes colores (chaquiras) y cera de abeja para crear intrincados cuadros y esculturas que reflejan sus visiones de la naturaleza y los dioses. Cada pieza es un testimonio de su conexión con el cosmos y el mundo natural que les rodea. La estructura de los símbolos que aplican a sus diseños y su significado, pertenecen a un código ancestral.
Los “nierika”, cuadros de chaquira que retratan visiones de peyote, son ejemplos asombrosos de esta expresión artística única. Cada cuenta en estos cuadros representa una parte de la visión espiritual experimentada, “nierika”, que significa “don de ver”, que hace referencia a un “instrumento para ver” o que es alusivo a la “visión de los dioses ancestrales”. Para los wixaritari, el nierika se obtiene por medio de un ritual que tiene por finalidad conocer el “estado oculto” o “auténtico” de las cosas. Los huicholes también crean intrincadas esculturas de cera que representan animales, plantas y dioses en un estilo abstracto y colorido.
El futuro del arte Huichol
A pesar de los desafíos moderno, como la presión sobre sus tierras ancestrales y la influencia occidental, los Huicholes han mantenido sus tradiciones culturales. Organizaciones como el Centro Indígena Huichol y artistas huicholes contemporáneos como Santos de la Cruz, aquí una muestra de su obra:
o Santos Motoapohua de la Torre que es un artista huichol reconocido mundialmente. Su mural “Pensamiento y alma Huichol” de 2,40 x 3 metros está expuesto en el Palais Royal Musée du Louvre de París. Aunque, sinceramente, la historia que acompaña esta exposición no es demasiada afortunada y el trato que recibió el artista por parte de autoridades e instituciones fue escandalosa, ya que al artista no sólo nuca se le pagó el monto acordado por su obra que prometió el gobierno mexicano del presidente Cedillo, quien regalo su obra a la Unesco, sino que nunca fue invitado a la presentación de su obra y fue ignorado por todos.
Estos artistas están trabajando incansablemente para preservar su herencia y llevar su arte y sabiduría al mundo. A pesar de ser, muchas veces considerados como meros artesanos, los artistas huicholes y sus obras, son dignos de estar en los museos y galerías más importantes del mundo, y deberían estar presentes cuando se habla de corrientes artísticas relevantes, tanto tradiciones como contemporáneas.
La cultura huichol es un tesoro de México que combina de manera única lo espiritual y lo artístico. A través de su profunda conexión con la naturaleza y el arte de cuentas de colores vivos, los Huicholes mantienen vínculos con sus raíces y la tierra que habitan. Su legado perdura, recordándonos la riqueza de la diversidad cultural y la necesidad de preservar las tradiciones que enriquecen nuestra humanidad.
Cuando miramos edificios antiguos, a menudo nos encontramos con tres estilos arquitectónicos clásicos: el dórico, el jónico y el corintio. Estos estilos surgieron en la antigua Grecia y se extendieron por todo el mundo antiguo, influenciando la forma en que se construyeron templos, monumentos y edificios importantes.
Dórico: Elegancia en la Simplicidad
El estilo dórico es como el “traje de sastre, bien cortado y funcional” de la arquitectura clásica. Es conocido por su elegante simplicidad y su enfoque en la solidez y la fortaleza. Las columnas dóricas son robustas y pesadas, con una apariencia fuerte y sólida. Están formadas por tres partes: el estilóbato (base), el fuste (cuerpo de la columna) y el capitel (la parte superior).
El capitel dórico es distintivo por su forma sencilla y plana, similar a un cojín. Se asemeja a una losa de piedra que parece cargar el peso del edificio con dignidad. Los templos dóricos a menudo tienen frisos (bandas ornamentales) con triglifos (bloques con tres ranuras) y metopas (paneles decorativos). Este estilo es sobrio y resalta la belleza en la simplicidad, como un traje bien cortado que habla de elegancia sin necesidad de adornos excesivos.
Jónico: Elegancia en la Ornamentación
El estilo jónico es como el «vestido de gala» de la arquitectura clásica. Es conocido por su gracia y elegancia. Las columnas jónicas son más delgadas y elegantes que las dóricas. El capitel jónico es su característica más distintiva, con dos volutas (espirales) en los lados que le dan un aspecto sofisticado y refinado. A diferencia de las líneas más rígidas del dórico, el jónico es curvilíneo y fluido.
El friso jónico a menudo presenta una serie de delicadas tallas y decoraciones, aportando una sensación de movimiento y adornos cuidadosamente elaborados. Este estilo es como un vestido hermosamente adornado que captura la atención con su encanto y elegancia.
Corintio: Elegancia en la Exuberancia
El estilo corintio es como el «traje de diseñador» de la arquitectura clásica. Es conocido por su exuberancia y detalles ornamentales. Las columnas corintias son esbeltas y elegantes, y su capitel es una auténtica obra de arte. Este capitel está adornado con hojas de acanto que se abren como flores en la parte superior, creando un efecto impresionante y lujoso.
El friso corintio suele presentar intrincados diseños florales y esculturas detalladas. El estilo corintio es como una prenda de alta costura con bordados elaborados y elementos decorativos exquisitos.
Una Celebración de la Creatividad Arquitectónica
Los estilos arquitectónicos dórico, jónico y corintio representan una maravillosa muestra de la creatividad humana en la construcción. Cada uno tiene su propia personalidad y características únicas, desde la simple elegancia del dórico hasta la exuberancia detallada del corintio. Cuando admiramos edificios que siguen estos estilos, estamos observando una celebración de la historia, la cultura y la habilidad artística de las civilizaciones antiguas. Estos estilos siguen influyendo en la arquitectura hasta el día de hoy, recordándonos la atemporalidad y la belleza de la creatividad humana plasmada en piedra y diseño.