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La fascinante historia de cómo el pintor cretense quedó en el olvido durante siglos para ser redescubierto por los expresionistas alemanes, de la escuela de Viena y los impresionistas.
Cuando se menciona el nombre de El Greco, la imágenes vívidas y emocionantes de sus obras maestras, con sus figuras alargadas y colores intensos, inmediatamente vienen a la mente. Sin embargo, la historia de este artista cretense es un relato de renacimiento artístico tardío que lo llevó del olvido a la aclamación mundial, gracias a gran parte a los movimientos artísticos de la Europa moderna.
El Greco, cuyo nombre real era Doménikos Theotokópoulos, nació en la isla de Creta en 1541 y pasó gran parte de su vida en España, en particular en Toledo, después de haber viajado a Roma y Venecia donde trabajó con Tiziano. Siempre sostuvo que Miguel Ángel Buonarroti “era un buen hombre, pero un pésimo pintor” lo que le granjeó muchas antipatías en Italia. Fue en Toledo donde creó sus obras más icónicas, alrededor de 300 pinturas. A pesar de su impresionante talento artístico y estilo único, El Greco murió en relativa oscuridad en 1614.
Tras su fallecimiento, la obra de El Greco cayó en un periodo de casi 300 años de relativo olvido. Su estilo visionario y expresivo, con figuras alargadas y un uso magistral de la luz y el color, parecía fuera de lugar en una época dominada por el barroco y el neoclasicismo. Sus obras no encajaban con las tendencias artísticas predominantes , y cayeron en el olvido.
Pero no fueron solo los expresionistas quienes redescubrieron a El Greco. Los impresionistas franceses también desempeñaron un papel importante en su renacimiento artístico. Edouard Manet, uno de los principales artistas precursores del impresionismo, visitó el Museo del Prado en Madrid con la intención de estudiar a Diego Velázquez. Sin embargo, mientras exploraba las galerías del museo, se encontró con las obras de El Greco y quedó asombrado por su originalidad y audacia. Manet declaró: “Fui al El Prado a conocer a Velázquez y descubrí a El Greco”. Esta declaración destacó la impactante influencia de El Greco en la evolución del arte moderno.
La redescubierta de El Greco también influyó en otros grandes artistas, como Pablo Picasso, quien admiraba su uso del color y a forma. Picasso, a su vez, incorporó elementos del estilo de El Greco en su propio trabajo cubista.
Hoy en día, El Greco es reconocido como uno de los precursores del arte moderno. Sus obras maestras se exhiben en museos de todo el mundo, y su legado perdura en la obra de generaciones de artistas que han encontrado inspiración en su estilo único y visionario. El Greco, el pintor cretense que fue casi olvidado durante casi tres siglos, ha recuperado su lugar en la historia del arte como un maestro cuya visión audaz y expresiva continúa fascinando a espectadores y artistas por igual.